ARTÍCULOS DE REVISIÓN
Mánchester prioridad uno definición y limitaciones para su uso
Diego Herrera Ramírez (Ecuador)[1]
1. Saludesa Ecuador
Doi: https://doi.org/10.23936/pfr.v8i1.262
PRÁCTICA FAMILIAR RURAL│Vol.8│Suplemento No.1│Octubre 2023│Recibido: 01/04/2022│Aprobado: 01/10/2023
Cómo citar este artículoHerrera, D. Mánchester prioridad uno definición y limitaciones para su uso. PFR [Internet]. 27 de marzo de 2023 8(suplemento 1). Disponible en: https://practicafamiliarrural.org/index.php/pfr/article/view/262 |
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Resumen
El sistema de triaje Manchester Prioridad I, consta de una larga lista de síntomas, signos y diagnósticos, compilados por médicos y enfermeras ingleses. Pretende identificar a todos los pacientes que estan en peligro de muerte inminente y necesitan atención inmediata de reanimación y un espacio en la unidad de cuidados intensivos. Estos profesionales que laboran en las salas de emergencia de los grandes hospitales ingleses, no pensaron en otros contextos ni otras realidades al momento de elaborar el listado y peor aún, que la burocracia internacional lo convirtiera en normativa para los países del tercer mundo
Palabras clave: emergencia, triaje, Manchester I, atención primaria.
Manchester priority one definition and limitations for use
Abstract
The Manchester Priority I triage system consists of a long list of symptoms, signs and diagnoses, compiled by English doctors and nurses. It aims to identify all patients who are in danger of imminent death and need immediate resuscitation care and space in the intensive care unit. These professionals who work in the emergency rooms of large English hospitals did not think about other contexts or other realities when preparing the list and even worse, that international bureaucracy turned it into regulations for third world countries.
Keywords: emergency, triage, Manchester I, primary care.
Se define con esta prioridad a los pacientes con alteración súbita y crítica del estado de salud, en riesgo inminente de muerte, y que requieren atención inmediata en la unidad de choque y reanimación.
El sistema de triaje Manchester Prioridad I, consta de una larga lista de síntomas, signos y diagnósticos, compilados por médicos y enfermeras ingleses. Pretende identificar a todos los pacientes que estan en peligro de muerte inminente y necesitan atención inmediata de reanimación y un espacio en la unidad de cuidados intensivos. Estos profesionales que laboran en las salas de emergencia de los grandes hospitales ingleses, no pensaron en otros contextos ni otras realidades al momento de elaborar el listado y peor aún, que la burocracia internacional lo convirtiera en normativa para los países del tercer mundo.
Para profundizar las enormes diferencias estructurales existentes, debemos señalar que el número de camas de cuidados intensivos en los países del primer mundo varia entre 25 a 35 camas por cada 100.000 habitantes.
En contraposición, la realidad latinoamericana es muy diferente, el número de camas de cuidados intensivos es en promedio de 3 por cada 100.000 habitantes, Uruguay (20.2), Argentina (18.7) y Colombia (10.5) los países que menos camas tienen son, Perú (2.58) y Bolivia (2.16)
El número de ventiladores en estos países, es menos halagador, mientras que, los países con mayor número de ventiladores mecánicos por 100 mil habitantes son: Brasil (24.9), Argentina (18.8), Uruguay (16.4) y Colombia (12.4), países como Bolivia (3.43) y Venezuela solo 1,30 (1), lo que evidencia la brecha de la desigualdad.
La realidad de los sistemas de salud en los países en vías de desarrollo es que en el siglo XXI atienden a pacientes con recursos del siglo XX, las mejoras de la calidad se centran en la calidez y el humanismo en la atención, sin contar con recursos humanos ni materiales y sin capacidad real de resolver problemas (2).
A esta problemática se suma la burocracia y los obstáculos administrativos creados por normativas institucionalizadas por los Ministerios de Salud Pública, que convierten en una odisea el traslado de pacientes críticos a hospitales de tercer nivel. Un estudio realizado en el Mercosur, demostró que en caso de urgencias, los traslados se efectúan más bien por las relaciones personales y por la buena predisposición de los profesionales que entregan los códigos, más que por la vía legal. Los tiempos burocráticos y legales de los traslados sanitarios son, muchas veces, incompatibles con las situaciones de urgencias.
Otro obstáculo encontrado en estudios Latinoamericanos, es el poco acceso a los vehículos utilizados para el traslado de pacientes de emergencia como ambulancias, tanto de instituciones privadas como del cuerpo de bomberos, que prestan servicios de asistencia en las zonas urbanas, suburbanas y rurales y que se limita a los casos de urgencias y no incluye a las situaciones de mayor complejidad pues necesitan de ventiladores y personal especializado para el traslado (3).
El cansancio y el estrés que vive el personal de salud que trabaja en las salas de emergencia es directamente proporcional a la carencia de recursos y capacidad resolutiva de los casos complicados (4), (5), (6) y (7).
Todas estas realidades de inequidad que enfrentan los pacientes como usuarios y los profesionales que trabajan en instituciones que carecen de equipamiento y de recursos humanos especializados, hacen que el uso de cualquier herramienta incorporada sin criticarla, que no sea contextualizada e individualizada, se transforme en un dogma que despersonaliza al paciente, niega sus circunstancias y también el sufrimiento que están pasando el y su familia, convirtiendo la atención médica en un acto mecánico carente de emociones, ratificando el fin de la medicina humanista (8).
Listado completo de Manchester prioridad I
Referencias bibliográficas